Me informan desde YouTube que los vídeos que inserto en este blog tienen millones y millones de visitas por los cojones. Pero no me rindo. Os dejo un vídeo de unos gafapastas. El que quiera que le pinche y el que no que se la pique un pollo.
Cinco por el culo te la hinco dosquinceños se dirigen a Liétor el sábado pasado por la tarde para participar en una de las pocas carreras del calendario donde no da cerveza al acabar. Sin pensarlo mucho se me vienen a la cabeza sólo otro pequeño puñado: Elche de la Sierra, Molinicos y Albacete. Os diría que añadiérais algunas, pero sé que os la suda. Los morlacos somos Jota, Blas, Dioni, JuanRa y servidor. La calidad atlética brilla por su ausencia pero es lo que hay a estas alturas de temporada.
Aquí posando junto al pilón decorado con azulejos. Al final otra vez que he ido a Liétor y que no he visto el ¿famoso? órgano de la iglesia.
Liétor es un pueblo escondido, ninguna carretera pasa por él con excepción de la que le da acceso. Por lo menos han tenido la precaución bioclimática de construirlo en la ladera soleada del río Mundo. Pues allí que nos plantamos, aparcamos en una pista polideportiva, creo que del colegio, y el rollo de siempre: saludos, recogida de dorsal y bolsa (camiseta técnica decente y bote de miel, todo dentro de una mini-mochila que para algo servirá también), saludos, collejas, caricias, etc. Por cierto que la tarde era climatológicamente perfecta, nublada pero casi se podría tachar de calurosa, sobre todo teniendo en cuenta que era 22 de noviembre.
Pues nada, allá que vamos. Como siempre salgo con mi compañero de penurias, de viajes, de fatigas, de entrenamientos... casi casi podría decirse mi compañero del alma, 'mi JuanRa'. A tope desde el principio. Aunque no estuve en la carrera del año pasado sí que había entrenado por estos lares, pero lo que no había hecho es bajar corriendo la cuesta de la carretera que lleva a Elche de la Sierra. Espectacular ver las curvas desde arriba con la gente serpenteando a toda velocidad por debajo.
Se me olvidó llevarme el GPS pero ibamos bastante rápido, de hecho luego comentamos que salió un km a 3:45 y varios cerca de 4:00. Me asusté cuando pasamos por el cartelito del km 5 y mi cronómetro marcaba unos 21:30 (media 4:18). Y además la gente que tenía alrededor no me sonaba de nada, claro síntoma de que ibamos más rápido de la cuenta bueno, las tías sí me sonaban por motivos que no vienen al caso.
Mi sobrino Jorge Rey, que es uno de mis ídolos en esta vida, ha puesto esta canción
en su repertorio de las clases de spinning de las que es profesor.
Llegados al fondo del valle me pide JuanRa que aflojemos un poco para intentar no petar como dos cerdos vietnamitas en un microondas. Le hago caso ya que normalmente la cosa es al contrario y es él quien me espera a mí. Trato de disfrutar el paso por las inmediaciones del río Mundo, cruzando sobre la pequeña presa y admirando el ambiente otoñal, ya que de culos femeninos nos habíamos quedado bastante lejos por delante y por detrás.
Subida por la carretera, bajada de nuevo al río, cruzando por una pasarela con escalones, y vuelta por entre las pequeñas huertas, de nuevo cruzar el río y hasta la presa otra vez, donde lo volvemos a cruzar. Aprovecho la ocasión para dármelas de lisssssssto y decir que esta pequeña presa no es un embalse como tal, sino una obra un poco más pequeña llamada 'azud', una derivación artificial de una parte del caudal del río. Por eso el río 'aguas arriba' de la presa corre, y no se embalsa como pasa un poco más abajo en el embalse del Talave y luego después en el de Camarillas. ¿Queda claro, no?
Pues llegamos a La Cuesta. Al parecer le dicen por aquí La Cuesta de la Calavera, aunque bien podría llamarse La Cuesta de su Puta Calavera o bien La Cuesta de Me Cago en su Puta Calavera. Como no me llevé GPS no estoy en condiciones de dar detalles técnicos, pero es muy dura. Debe rondar el km y con un desnivel importante. Sobre todo en el último tercio. JuanRa empezó bien, pues como digo habíamos reservado un poco, pero a las primeras de cambio se tuvo que detener a vomitar (por primera vez en su vida, dice), así que me animó a irme. Total ya habíamos hecho la carrera prácticamente entera juntos. Así que a mi tole-tole y sin pararme a caminar en ningún momento, siempre al trote, fui poco a poco haciéndome con la subida.
Mucho pusilánime a mi alrededor, y eso que estaba en una zona del 'pelotón' tócame un cojón ligeramente más rápida de en la que yo suelo estar. Mucho tío bufando y andando. Alguno corriendo me pasó en la primera parte de La Cuesta pero, ¡¡ay, amigos!! ahí estaba la segunda parte, la más dura, con esas últimas revueltas con una terrible inclinación, para ponernos a todos en nuestro sitio. Los pusilánimes paráronse lo que aproveché para dar un último hachazo, adelantando a unos cuantos más en las últimas calles y llegando a meta supercontento (posición 194 de 491 que para mí está fenomenal).
Felicidades a los ganadores, Sesa y Lourdes, y a todos aquellos que subísteis la cuesta sin parar a caminar. Enhorabuena también a los que recientemente han debutado en la distancia del Maratón, el pasado día 16 en Valencia, en especial a mis compañeros Sebas y David, del Dosquince.
Esta fotaca la eché yo mismo en la Feria del Corredor de la reciente B/SS. De ahí la ínfima calidad.
Y por último, quería mandar desde aquí mucho ánimo a los que este próximo fin de semana os vais a San Sebastián a correr el Maratón que allí se celebra el domingo día 30, y que además coincide con el Campeonato de España (por segundo año consecutivo). Del Dosquince no va nadie (je, je, je), pero sí un buen puñado de albaceteños. A todos ellos les deseo suerte, pero en especial a algunos asíduos lectores de este blog (y sin embargo amigos) como Laura Villar, Lola Campos, Citizen Erased y el matrimonio de actuales campeones del Circuito de Diputación 2013, y ya también campeones matemáticos del año 2014, Francisco Núñez Chumillas y Luky Look. ¡¡Suerte a todos!!
Llevo tanto tiempo sin actualizar este blog que temo haber perdido el fino toque que se le esperan a mis crónicas. Pero en esta ocasión merece la pena que haga un esfuerzo (porque estrujarme los sesos frente al teclado me supone un duro esfuerzo) para que os cuente algo del viaje que nos hemos pegado a Donostia con la excusa de participar en la famosa carrera Behobia / San Sebastián. Y cuando digo "algo del viaje" me refiero a que cuando 4 amigos se desplazan sólos a 700 km de sus hogares a pasar un fin de semana, no todo puede ser contado y hay que decir esa cosa que siempre se dice de Las Vegas, pero que en el caso que nos ocupa queda como "Lo que pasa en la Behobia, se queda en la Behobia".
Empezamos con un poquito de música. Al que tenga mi número de teléfono y haya visto mi perfil de whatsapp le sonarán las pintas de este freaky, sin embargo hay que reconocerle el mérito de ser uno de los mejores guitarristas del mundo, y sin duda el más prolífico con diferencia (yo ya le llamo "El tío de los 100 álbumes" y la RAE está pensando en incluir la palabra ultrasuperprolífico sólo para aplicársela a él). He elegido especialmente esta versión del tema 'Soothsayer' ('Adivino') en directo y con un sonido e interpretación excelentes.
El viaje empieza el viernes día 7 de noviembre de 2014 con salida desde Albacete los cuatro mejores amigos del Dosquince Albacete (a saber: JuanRa, Luis, Paco Carratalá y servidor), destino San Sebastián. Parada a deleitarnos con un lechazo de la tierra, ternísimo él, en Aranda de Duero. Más y más kilómetros mientras se nos echa la noche encima hasta que por fin llegamos a la capital guipuzcoana no sin la ayuda de nuestros modernos smartphones (una lástima no haber llevado el Tomtom de Paco). Directos a la recogida de los dorsales bajo las gradas del Estadio de Anoeta, sin colas ni esperas, y luego al colindante velódromo de Anoeta a ver la Feria del Corredor y recoger las camisetas y demás. Había que picar con algo así que compramos una gorra impermeable-perlante cada uno, concretamente las 4 últimas que les quedaban.
Paco tapándose la leyenda de la camiseta y JuanRa a medias. Luis y servidor perfecto (cuasi profesionales del postureo).
Llegar y besar el santo. ¡¡Toma selfie!!
Con el tío Martín como si le conociéramos de toda la vida (aún debe andar pensando "Qué chungos los de Albacete").
No podía faltar la fotaca en el fotocól.
Ya voy viendo que el artículo me va a quedar largo, pero como dice El Sevilla en los conciertos de los Mojinos: "¿TENÉIS PRISAAAA....?" ... "¡¡¡NOOOO!!!" ... "¿TENÉIS PRISAAAAAAAAA....?" ... "¡¡¡NOOOOOOOOO!!!" ... "¡¡PUES NOSOTROS TAMPOCO!!"
Se me olvidó que, años después de aquel concierto en las antiguas salinas de San Juan de los Terreros, sacaron incluso una canción al hilo del grito de guerra (no tengáis prisa, pero si tenéis prisa, id al minuto 3:10)
A continuación fuimos a tomar posesión del apartamento que teníamos apalabrado, en la zona de Amara, justo frente al taller de Norauto. Bastante majo el casero, Íñigo. Colocamos las cosas, nos duchamos, nos vestimos como personas y nos fuimos dando un paseo al centro (15 minutos como mucho a paso tranquilo) para cenar de pintxos con Javi, primo valenciano de JuanRa, y su colega Nacho, individuos apasionados del turismo-running que llevan haciendo esta carrera nada menos que 8 años consecutivos (¡¡un abrazaco si leéis esto!!). Después de cenar "Lo que pasa en la Behobia, se queda en la Behobia".
El sábado, 8 de noviembre de 2014, nos levantamos a una hora que se queda en la Behobia y nos fuimos otra vez a la Feria del Corredor a dejar unas bolsas al guardarropa (que luego te entregan en la meta), por temor a que en la salida hubiera el domingo mucho mogollón (salto momentáneamente hacia adelante en el tiempo para decir que el domingo en Behobia no había ninguna aglomeración ni en el guardarropa ni en ningún sitio). Después de este trámite, actividad gastro-turística y emotiva con alguna compra, paseo por la Playa de la Concha (con un selfie que se queda en la Behobia y en el recuerdo), más pintxos, cerveza, vino, sidra, risas, cafés, pasteles, Ondarreta y el Peine de los Vientos, cachondeo, mucho buen rollo, y un poco más de "Lo que pasa en la Behobia, se queda en la Behobia".
Nos acostamos relativamente temprano para levantarnos el domingo por la mañana a las 7. Este día, 9 de noviembre de 2014, es el cumpleaños de JuanRa, así que le cantamos el "Cumpleaños Feliz" y el "Feliz, Feliz en tu Día" y le regalamos un cortavientos para que en sus entrenamientos en solitario por Madrid le dé el mismo abrigo que nuestra compañía cuando viene los fines de semana a Albacete, para que allí nos eche un poco menos en falta, por lo gran amigo que es, y por habernos metido en esta aventura maravillosa de la Behobia.
'Friends', temazo del maestro Satriani. Esta palabra 'Friends' ('Amigos') es fiel reflejo de lo que somos, y también es reflejo de alguna cosa más. Además el local donde están tocando, no sé, con menos luz me recuerda a...
Desayunar, preparar las drogas y los linimentos, vestirnos de toreros, enfundarnos en los ponchos y dirigirnos al EuskoTren (allí llamado familiarmente El Topo) a la estación de Amara, que la teníamos al lado. Tuvimos suerte y "Los Cuatro Fantásticos" pudimos hacer el viaje entero sentados, que quieras que no 40 minutos de pie joden. Aprovecho para relatar aquí que JuanRa y servidor íbamos bien de forma y salud, pero que Paco llevaba bastante inflamada la rodilla y era duda a partir del km 15, mientras que Luis padecía un cóctel formado por: dolor de cadera + ciática + medias de compresión de varias tallas menos + nervios + mieditis + histerismo + demasiadas horas frente a Internet. Otro vídeo, cojones (y van 3 veces las que aparece por estas pantallas, pero es que eso de 'cada pulgada' (every inch) me pone a cien).
(os sugiero abrir en Youtube directamente para verlo en pantalla grande y HD) ¿Un grupo con ese nombre y el cantante pone voz de falsete? ¡¡Sorprendente!!
Si se busca "San Sebastián" o "Donostia" en la Wikipedia dice: "San Sebastián (en euskera 'Donostia', que comparte cooficialidad con San Sebastián) es una ciudad y municipio situado en el norte de España, en la costa del golfo de Vizcaya y a 20 kilómetros de la frontera con Francia. La ciudad es la capital de la provincia de Guipúzcoa, en la comunidad autónoma del País Vasco. La población del municipio es de 186.500 habitantes (2013), y su área metropolitana alcanza los 436.500 (2010)". Aquí el dato fundamental es "a 20 km de la frontera con Francia", pues esta es precisamente la distancia de la que hablamos cuando se trata de la Behobia / San Sebastián.
Lo normal es alojarse en San Sebastián y coger el tren hasta Irún (1 € sacando el billete en la Feria del Corredor). Desde la estación de tren hay que coger un autobús lanzadera (este ya es gratis) que te deja en Hendaya (Francia), junto a un puente sobre el río Bidasoa que se cruza a pie para acceder (otra vez a Irún, es falso eso de que la carrera sale y discurre un trecho por Francia) a una enorme explanada de aparcamiento (una especie de Ciudad del Transporte, y es que no olvidemos que por Irún deben pasar diariamente la intemerata de camiones). Pero entonces alguno se estará preguntando... ¿si sale de Irún, qué cojones es Behobia? Coño, pues un barrio de Irún, que no tenéis ni puta idea.
En la antedicha explanada hay un montón de pancartas cada una con su color y su número de cajón de salida. Llegado el momento, que está indicado en la pancarta, gente de la organización se lleva la pancarta a modo de guía, para que los cerca de 600 atletas que hay en cada cajón vayan poco a poco hasta la salida. En concreto a nosotros 4 nos habían dado a todos cajón azul pero "sub-cajones" distintos, por lo que forzosamente tuvimos que salir del que correspondía al último de nosotros (creo que al final fue el 11-azul). Cabe la posibilidad de pensar en hacer trampa y salir antes ¿no?, pero esta gente tiene todo tan bien organizado que si sales en un cajón o sub-cajón que no es el tuyo, automáticamente quedas descalificado porque la alfombra de cronometraje no está programada para leer tu chip hasta que no te llega tu hora.
A la izquierda Euskadi, a la derecha Francia, y en el centro la Isla de los Faisanes, el espacio compartido entre dos países más pequeño del mundo. Al frente cuatro feos.
Los primeros ya habían salido y a nosotros ya nos quedaba poco. La bandera española en la parte inferior de la camiseta no supuso ningún problema (¡¡que esta gente es civilizada, coño!!).
Aquí ya íbamos detrás de nuestra pancarta, pero había tanta peña que estaba a tomar por culo lejísimos. Yo que siempre llevo las gafas de sol, hoy sin ellas (no hicieron falta). Ojo al detalle de las 4 gorras iguales.
Por fin llega el momento. El cosquilleo es tremendo, las mariposas en el estómago no cesan. Como cuando estás en la primera cita y ves por fin venir a la chica, y sabes que ese momento ya no se te va a olvidar nunca, porque va a ser la cita perfecta. Ahí ves unos tipos con unas camisetas amarillas y una mini cámara. En la chica algo te llama la atención, como esos labios pintados de un rojo muy intenso. La tensión se masca pero por otro lado hay muy buen ambiente y muy buen rollo. Afortunadamente, con la chica también.
Llegamos al arco de salida y salimos, pero algo empieza a torcerse enseguida. Vamos muy lentos, y aunque hemos decidido hacer la carrera juntos, rápidamente vemos que no va a poder ser. La rodilla de Paco no se engrasa, no se calienta, le duele más y cojea de manera más que evidente. Mientras atravesamos Irún, subiendo de manera suave hasta el km 3 y pico, ya nos vamos temiendo lo peor, pues Paco ni siquiera contesta cuando nos interesamos por él y desde el público le animan por su nombre (escrito en el dorsal) más que a ninguno; así que imaginad la cara y la cojera que llevaba. Con la chica los primeros minutos son de prudencia, puesto que es la primera cita y aún sois ambos unos desconocidos. Algunos formalismos amables para quedar bien y dar buena impresión, y poco a poco se empieza a romper el hielo.
El ambiente es tremendo, mucha gente animando, muchos niños ofreciéndose para que les chocases las manos, infinidad de "aupa", "vamos" y "oso ondo" ("muy bien"). Personalmente tengo ganas de salir disparado, pero me retengo. JuanRa y yo preguntamos en un par de sitios a la DYA y Cruz Roja qué hay que hacer para retirarse y regresar, pero no nos lo dejan muy claro, aunque al parecer hay un autobús-escoba.
Sintiéndolo en el alma dejamos a Luis y Paco, que van a ritmos cercanos ya a 7 min/km. Es cerca del km 5,5 en el que ya no volvemos a mirar atrás y hacemos nuestra carrera, regulando pero a tope de gas. Toda la carrera es un constante sube y baja, pero justo en esta zona empieza la subida más larga y más alta, aunque no demasiado empinada. Paradójicamente y a pesar de ser una autovía, hay gente a raudales. Con la chica empieza a ir todo sobre ruedas, no dejáis de contaros cosas el uno al otro, incluso teniendo que apartar temas y luego hacer memoria de las muchas cosas que os queréis contar. Más a gusto imposible. La magia existe.
Desde aquí en adelante una larga bajada y luego un llaneo relativo. Entrar en detalles sería eterno, pero recordaré aquí para el que la haya corrido alguna vez (o para quien la quiera correr) al heavy con la bandera pirata y su furgoneta con la música a todo trapo, el espeluznante paso por Rentería con absolutamente todo el pueblo en la calle y animando a rabiar, la subida de Capuchinos para ver desde arriba la panorámica de todo el puerto de Passaia, con sus grúas cargando chatarra, incluso siendo domingo, y sus montañas de mineral de hierro. O la última subida a Miracruz, desde cuyo punto más alto ya contemplé San Sebastián a mis pies.
Aunque aún no estoy en meta esta carrera ya me ha calado muy dentro por una combinación de muchas cosas: el trazado, el paisaje, la animación, el ambiente entre corredores, lo que hay que hacer para llegar hasta aquí... y a pesar de que participar en una carrera es una cosa que he hecho muchas veces, mi espíritu de runner se siente completamente sacudido de arriba a abajo y ya me estoy visualizando aquí mismo dentro de un año. Con la chica puede pasar cualquier cosa en el futuro, pero ya te has dado cuenta de que en tu vida hay un antes y un después de este día, ya que te sientes como si la conocieras desde siempre, como si en una vida anterior hubiera sido tu hermana o tu esposa. Y tu corazón da un vuelco, y en ese vuelco se le cae un trozo, un trozo que allí se queda para siempre.
Desde este momento y hasta el último instante apenas lo puedo ya expresar con palabras. Una sensación de euforia contenida a duras penas, un día que no se olvidará JAMÁS, una sonrisa de oreja a oreja que no puedes evitar, ganas de continuar y de que nunca se acabe. Pero todo lo bueno se acaba, siempre hay un final, aunque en este caso es sólo un punto y seguido, porque yo el año que viene voy a repetir e intentar que las cosas salgan igual, o incluso mejor.
Hasta el 2015, San Sebastián.
Gracias por estar ahí.
De nada por estar aquí.
Salu2.
P.D.- Animo a todo el mundo a que deje sus impresiones (incluso las más peyorativas, malsonantes e insultantes), tanto en los comentarios de este blog (está permitido el anonimato) como en Facebook.