viernes, 22 de octubre de 2010

Crónica de Hellín. Kilómetro a kilómetro.

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El día que todo salió bien.


Primer kilómetro. Desde la línea de salida se baja y se gira a la derecha dos veces y se vuelve a subir la cuesta del parque la primera vez. El km 1 está más o menos en frente de la salida, sólo que al otro lado del parque. En este tramo veo a Paco Monge, del C.A. Tobarra y a J.A. Oliver del C.A. Hellín. La idea es ir suave al principio, intentar hacer los primeros 10 km a 5:15 y luego lo que surja. Así que me dejo llevar a lo que me resulta un ritmo bastante suave, pero me sale el primer km en 4:51.

El segundo km empieza en el final de la subida del parque, gira a la derecha tomando la Gran Vía y vuelve a bajar por el arco de salida hasta salir de Hellín. Justo cuando esa carretera empieza a virar a la izquierda ligeramente y a subir, empieza el siguiente km. Tengo buenas sensaciones, sigo a ritmo suave aunque en algún momento sí tengo la sensación de ir, quizá, demasiado rápido. Me sale en 4:55.


El tercer km discurre por la zona donde se abandona Hellín, con esa larga subida que es un camino asfaltado pero bastante estrecho, donde al fondo se gira a la derecha para empezar una zona con unifamiliares. Cuando esa calle empieza a ser un pelín empinada ahí acaba el km, así que prácticamente es todo subida. Subo a ritmo que me resulta cómodo aunque sé que voy a buen ritmo. Aquí el viento sopla de frente, pero es de ese que digo yo que no frena, sino que refresca. Empiezo a olerme una buena marca. Me sale a 5:14, he perdido 19 segundos de ritmo, pero voy bien. Durante todo este tramo diviso un grupo a unos 50 m por delante, con varios del C.A. Chinchilla entre los que distingo a Cosme y a Morales. Pienso que si van ahí es porque voy demasiado rápido, pero como voy cómodo poco a poco los voy cogiendo.

El cuarto km discurre por la zona de los unifamiliares, terminado aproximadamente cuando se lleva 1/3 de la distancia de la calle paralela a la Gran Vía, que empieza en ligera cuesta abajo y luego se hace llana (al fondo está el aparcamiento del Recinto Ferial donde estaba el arco de salida). Aquí es donde alcanzo definitivamente a Cosme y su grupo y charlo un poquillo. Me sale a 5:16, un segundo por encima del ritmo prefijado, pero llevo suficiente acumulado.

El quinto km empieza con el demarraje de Cosme y los demás de Chinchilla, salvo Morales que se queda conmigo. Llegamos al fondo de la calle, giramos a la derecha, se empieza a subir, y volvemos a girar a la derecha enfilando la Gran Vía en sentido ascendente. Como sabéis, según subes es una calle en la que te vas cruzando con los que te preceden. No veo a los dos del Dosquince que van por delante (Jorge y Fran Olivas), así que deben sacarme bastante distancia. Sí veo, y saludo, a Pedro G. de la Rosa del Donquijote y alguna cara conocida más (gente que me suena pero con la que no me hablo). El km acaba antes de llegar al final de la cuesta arriba. Me sale a 5:07, lo cual está muy bien teniendo en cuenta el perfil ascendente de este km.

El sexto sigo con Morales a buena marcha. En el descenso me cruzo con Jota, futurible dosquinceño que vino con nosotros en el coche, y un poco más abajo con Sebas, que va con Jesús Reyes (no les saco demasiado, así que Sebas va muy bien). Detrás va Paco Fernández y nos saludamos. Cuando ya prácticamente la calle es llana se gira a la derecha y se sube un repecho corto y no muy inclinado, para bordear un solar vacío y vallado y volver bajando hacia la Gran Vía otra vez. Justo en ese punto en el que se retoma la Gran Vía acaba el sexto km, que me sale a 5:11. Morales va a rueda y me empiezo a temer que me va a abandonar y voy a tener que ir sólo.

Un corto tramo en la Gran Vía y se hace un bucle parecido al anterior: cuesta arriba, giro a la izquierda, vuelta a girar a la izquierda y cuesta abajo hasta la Gran Vía, donde se gira a la derecha, para abandonarla definitivamente enseguida, girando a la derecha para enfilar la doble cuesta Ayuntamiento + San Roque. Según mis cálculos, poco antes de llegar al fin de la primera cuesta, antes de llegar a la catedral, se acaba este km. Cuando me quiero dar cuenta a Morales ya casi ni le veo de lo atrás que se ha quedado. Ahora voy con dos miembros del Tarazona-Saycu, Diego José Picazo con el que coincidí unos km en el Mapoma y Mª Carmen Cañizares que creo que viene de correr el Maratón de Berlín, con un aparatoso vendaje en una rodilla. Me pego a ellos para la subida. Me sale el km en 5:27 (muy bien para la dureza del tramo).

El octavo km transcurre primero por la calle empedrada larga, estrecha y sombría que se agradece un montón para tomar aliento para la siguiente cuesta. Los de Tarazona van rápido y se me distancian unos metros, así que decido que voy a hacer mi carrera, a un ritmo que a mí me venga bien. Encaro la cuesta del Calvario–San Roque a buen ritmo, cómodamente, hasta llegar a la cumbre. Un poco más adelante, cuando ya empieza la bajada, acaba el km. Estoy pegado a los de Tarazona otra vez, me ha gustado la manera en la que han empezado progresivamente a descender cada vez más rápido. A ver hasta cuándo los aguanto. Con ellos va un tipo con una gorra, miembro del Club de Montaña Godih-Sierra de Alcaraz, que no se despega lo más mínimo, como si les conociese. Me sale este km a 5:21 que está muy bien.

Del 8 al 9 es la zona previa (chalets) y toda la bajada de la Gran Vía del Oeste. El km más agradecido de toda la carrera. Los Saycus van más rápido que yo, aunque apenas me despego de ellos unos 10 m cuando más. Después de un buen trecho que se hace corto se gira otra vez a la izquierda, y en esa callecita acaba el km. Me sale a 4:47.

Este km abarca una calle muy larga y empedrada que atraviesa una plaza con un convento y una escultura de un nazareno de Semana Santa. Tiene varios puntos estrechos donde se apostan varios fotografos (hay concurso). Trato de mantener el ritmo de los Saycus y lo consigo. Al final se llega a un parque, que queda un poco más alto que la calle por la que vamos, girando a la derecha. Ese parque es el mismo que nos queda a la izquierda cuando subimos al Ayuntamiento, unos 100 ó 150 m antes de llegar a éste. Hasta este parque el recorrido es más o menos llano pero ahí se empieza a bajar de nuevo. Se pasa por una rotonda que tiene unas curiosas isletas (aquí empieza la Gran Vía y si miramos a la izquierda desde la rotonda se ve la gente que está terminando de subir la cuesta del parque), y se sigue bajando. Sé que pronto habrá un avituallamiento y preparo mi primera ampolla de glucosa. Me sale el km a 4:54: excelente.

Desde la rotonda hasta el final de la calle, donde se gira a la izquierda, habrá unos 400 m. A la mitad está el km 10. Según el GPS, claro. Llevo 51:02 que está muy bien, aunque km 10 oficial, es decir, el cartel de la organización, lo paso en 51:32. Me bebo la ampolla de glucosa, giro y ahí está el agua. Los Saycus me llevaban otra vez unos metros, pero no se si se entretuvieron con el agua o qué, y los vuelvo a pillar, aunque en la cuesta arriba, la del parque, me vuelven a sacar distancia. Al llegar arriba, nuevo giro a la derecha por la Gran Vía, y vuelta a girar a la derecha para coger la recta de la salida, hacia abajo. En ese punto hay gran cantidad de público, aunque animan bastante poco. Busco alguno de mis compañeros de trabajo, pero entre que llevo los auriculares con Iron Maiden, una recopilación idónea para correr, a un volumen considerable, y que voy concentrado en la carrera, no veo a nadie. Los Saycus están ahí delante. Al pasar por el arco de salida y la alfombrilla, mi GPS marca el km 11. Lo hago en 5:04 (sensacional).

Voy camino del 12. Hace rato que me he dado cuenta que los km de la organización son ‘más largos’ que los de mi GPS, cosa que suele ocurrir en todas las carreras homologadas, así que ya me voy haciendo a la idea que en total me van a salir unos 21.300 metros. Todo es cuesta abajo hasta que se sale de la ciudad. Creo que esa carretera va hasta el hospital. Al llegar a un cruce hay siempre unos guardias civiles que nos dirigen hacia la izquierda, por la carreterilla estrecha, cuesta arriba (lo que era más o menos del km 2 al 3). Poco más allá de empezar la cuesta, ahí está el 12. Me sale a 5:04 otra vez. En realidad se puede considerar más lento que el anterior, puesto que este ha tenido mucha cuesta abajo y el otro era fundamentalmente cuesta arriba, pero es que me he dosificado un poco.

Vamos a por el 13, que está en la zona de chalets donde antes iba con Cosme. Desde hace 2 ó 3 km veo a unos 30-50 m por delante a dos tíos del Donquijote, que no sé cómo se llaman pero que me suenan. Lentamente los vamos alcanzando. A pesar de ser cuesta arriba casi todo me sale a 5:16.

Del 13 al 14 alcanzamos, los Saycus y yo, a los del Donquijote, y vamos con ellos un trecho. Por motivos que no logro explicar (empieza a hacer efecto la glucosa, quizá), me pongo en cabeza del grupo cuando enfilamos la calle larga y recta que conduce al Ferial, paralela a la Gran Vía. Al final de esta calle acaba este km, que me sale a 5:05.

Camino del 15, toca el tramo corto hacia la Gran Vía, toda la subida y la mitad de la bajada. Por momentos me falta un pelín de fuelle en la subida, dándome el relevo los del Donquijote. Me cruzo con varios conocidos de los que van por delante, como Cosme. Cuando llegamos al fondo a dar la media vuelta soy yo el primero, pero estamos todos pegados: los de Tarazona, los Quijotes, el del Grupo de Montaña y yo, aunque voy yo tirando ahora. El km acaba con un registro de 5:10.

Último ‘descanso’ antes de la gran cuesta que decidirá si me sale una buena marca o no. Hay que terminar de bajar la Gran Vía, incluyendo esos dos recodos que hay a mano derecha en los que hay que subir y después bajar. Bajando la Gran Vía, me cruzo con los que van detrás de mí. Jota me saluda, Jose Antonio Oliver también, Sebas viene detrás y hace el payaso (síntoma de que va bien; además, ha dejado atrás a Jesús Reyes), Morales también viene y me dice “¡Qué te cojo!”. También veo a Mamen del Donquijote que no parece ir mal. En uno de los recodos sube-y-baja, como sé que me van a dar agua, me tomo la segunda ampolla de glucosa que seguro que me hará falta un par de kilómetros más adelante. Ya no volví a mirar atrás, a pesar de que sabía que llevaba a estos 5 compañeros de viaje ahí. Justo antes de empezar la segunda de estas bajadas, el GPS pita que estoy en el 16. Otros 5:07, voy muy bien de promedio.

Bajo la pequeña cuesta y giro a la derecha. Justo en ese momento en dirección a la cuesta arriba de la Gran Vía me cruzo con Paco Fernández que me ve por poco, con el rabillo del ojo. Último tramo llano y encaro la subida al Ayuntamiento, por la zona adoquinada que hace unos años tenía tantos baches. Por delante hace rato que diviso a Julia Llopis y su hoy acompañante, rodando muy por debajo de sus posibilidades, el presidente C.A. Albacete-Diputación Manuel García, y me da la impresión de que poco a poco les voy comiendo terreno. De mi grupo parece que sólo aguantan los Quijotes, aunque todo esto lo veo por el rabillo del ojo porque ya no miro más atrás. Sigo subiendo poco a poco y consigo llegar bastante entero. Suenan las campanas de la iglesia y, donde termina la cuesta y empieza la calle estrecha y, afortunadamente, llana, me adelanta uno de los Quijotes. Al empezar de nuevo la subida termina el km nº 17, que me sale a 5:32.

Seguimos los dos Quijotes y yo juntos hasta la cuesta de San Roque, donde me lo tomo con calma, haciendo mi carrera. Me consiguen sacar un poco de ventajilla, incluso aparecen dos o tres tíos subiendo a toda leche que rápidamente pierdo de vista. Vamos, unos metros más y ya hemos llegado arriba. Aquí también suenan las campanas. Estoy en el 17 y medio más o menos, y queda un trecho llano antes de la gran bajada. Ahora si aprieto con las fuerzas que me quedan, y dejo atrás por última vez a los Quijotes. Queda una última zona llana antes de dar el quiebro a la izquierda en la zona de chalets y enfilar la gran bajada de la Gran Vía del Oeste, donde me dispongo a dar el todo por el todo. Cuando acaba la primera rampa hacia abajo, la más inclinada, y empieza a ser más suave, pita el GPS: último km en 5:28.

Me siento como una locomotora. Cuando estaba abajo pensé que quizá me cayeran 12 minutos en la subida, pero sólo han sido 11, así que, incluso teniendo en cuenta que el GPS marca ‘menos distancia’ que la organización, hay posibilidad de mejorar mi marca personal en medio maratón, que son 1:48:58 conseguidos este año en Albacete, también homologada y que también midió más según el GPS, concretamente me salieron a mí 21.280 metros. Tengo la impresión de llevar una media global, hasta el momento, de unos 5:10 min/km, así que no estoy seguro de si lo voy a lograr o no. Por lo menos no voy harto de correr como otras veces en las que me da igual apretar más o no en los últimos 2 ó 3 km. Hoy sí, hoy voy con ganas como el día de Albacete: si no me fallan las fuerzas puedo lograrlo, porque de cabeza voy bien. Así que ahí estoy, bajando a tumba abierta. Todo lo que queda es cuesta abajo menos la cuesta arriba del parque, pero allí haré lo que pueda y ya está. Vamos, adelante.

Desde hace bastante tiempo, desde el km 13 que, inexplicablemente, me puse a tirar del pequeño grupo que ya he descrito, y como no voy mirando hacia atrás, noto la sensación de ‘soledad’ que se da a veces en los medios maratones. Veo como el que va delante está a 20 ó 30 metros, y el siguiente a otros tantos, y así sucesivamente. Hoy, afortunadamente, voy adelantando a la mayoría de los que voy viendo (los otros que veo son los que me adelantan a mí, pocos, pero alguno hay). El siguiente objetivo son Julia y Manuel, pero van fortísimos y alcanzarles se me hace eterno. Cuando por fin los adelanto (Manuel, si lees esto te acordarás) les digo la verdad: “Me ha costado un huevo cogeros”, a lo que me responde él: “Vamos, sigue, sigue”. Poco después se acaba la cuesta y, girando a la izquierda, me adentro en la zona de calles más estrechas. Me parece que las piernas me pesan, después de bajar la cuesta tan ligero. Mis zancadas me parecen torpes, y además no ayudan los adoquines de la calle. Al pasar por el convento y la estatua del nazareno, el reloj pita el km 19, que me ha salido a 4:37 (más rápido que en la primera vuelta).

Sigo sintiéndome pesado, me da la impresión de que me va a coger todo el mundo que adelanté en la bajada, pero esto no ocurre. Llego al parque que expliqué cuando hablé del kilómetro 9 al 10, giro a la derecha y me concentro en la marcha. Viene una larga cuesta abajo, sólo interrumpida brevemente por el paso que hay que hacer de la rotonda. No pierdo fuelle al cruzarla, piso las isletas, sigo más y más. Encaro la gran cuesta abajo y al fondo veo a Pepe Llorens del C.A. Antonio Amorós de Caudete, y pienso “¿Pero cómo puede ir este hombre aquí?”. Pero no va muy bien y en unos pocos metros le he alcanzado. Voy a toda hostia, he de aprovechar para lo que pueda perder en la cuesta del parque. El récord personal puede que esté cerca. Giro a la izquierda. Avituallamiento: ni cojo agua. Sólo pienso en una cosa. Justo cuando vuelvo a girar a la izquierda otra vez pita el GPS. Kilómetro 20, último km realizado en 4:43.

Veo la cuesta entera ante mí. Se me antoja eterna, y voy con lo justo. Dos tíos de rojo que adelanté hace un momento me sobrepasan a buen ritmo, pero no puedo engancharme a ellos. Sigo poco a poco, sé que es lo último duro por lo que tengo que pasar. En llano no me va a costar tanto aunque tenga que apretar mucho. La calle es muy ancha pero está completamente desierta. Tras lo que parece una eternidad, llego a la parte de arriba y giro a la derecha. Tramo llano hasta el próximo giro a la derecha y, después de eso, nueva bajada hacia la pista atlética. Me lo conozco de memoria, será porque llevo 5 años seguidos viniendo. Aprieto en la bajada, aunque el panorama es desolador. En toda la recta sólo diviso a tres o cuatro corredores por delante. El resto es gente normal que ya no presta atención a la carrera y se cruza de un lado a otro sin apenas mirar, contenta de que la calle esté cortada al tráfico, ignorante de que algunos de los que quedamos corriendo estamos sufriendo (¿innecesariamente?). Llego al final de la bajada, giro a la derecha. Al fondo están los de Protección Civil o Cruz Roja, o ambos. No me acuerdo porque había muchos y en muchos cruces. Allí señalizan la entrada a las pistas. Giro a la izquierda, entro en el estadio, pita el GPS, todo a la vez. En efecto van a salir unos 200 m más, porque aún tengo que dar la vuelta casi entera. El último kilómetro me ha salido a 5:10.

No miro más el crono. No sé si aún voy en tiempo de récord o no. Intento no dar un traspiés en el peligroso giro a la derecha, cuesta abajo, que hay nada más entrar en el estadio. En el semicírculo que hay entre la primera curva y el césped hay un montón de corredores charlando, bebiendo agua, estirando, comiendo fruta, pero yo no los veo. Voy concentrado en seguir sin parar, tengo fuerzas para aguantar a buen ritmo, con una zancada decente, aunque sin esprintar. Ya he pasado la primera recta y sólo quedan unos 150 m, puesto que el arco está aproximadamente en la mitad de la recta de tribuna. Voy dando la curva, alargo la zancada todo lo que puedo. En una zona no se ve claro el límite de la calle nº 1, y me doy cuenta que voy recortando, directo al foso de los 3000 (ó 5000) obstáculos, así que modifico un poco la trayectoria. Encaro la recta. Sigo, ya sólo quedan 20 metros, el speaker dice mi nombre, lanzo besos al cielo, levanto los brazos, he llegado. Piso la alfombra roja, cruzo la línea, paro el cronómetro. He ganado la batalla contra mí mismo, once segundos más rápido que mi mejor marca, medio segundo por cada kilómetro. A muchos no les dirá gran cosa, para mi es una hazaña: 1:48:47.




EPÍLOGO:

Los demás protagonistas, nombrados en esta crónica, quedaron como sigue:

Jorge Nicolay, 1:31:54. Fran Olivas, 1:31:58. Pedro Gª de la Rosa, 1:41:08. Cosme, 1:45:18. Paco Monge, 1:47:52. Julia Llopis y Manuel García, 1:49:26. Los siguientes llegaron juntos, aunque los tiempos netos son: de Los Saycus, Mª Carmen Cañizares y Jose Diego Picazo, y el tipo del Club Godih-Sierra de Alcaraz, Jose Juan Peinado, 1:49:54; de los Quijotes, Juan Carlos Segura y Jaime Castillejos, 1:50:05; de Pepe Llorens, 1:50:10. Jose A. Oliver, 1:51:29. Jesús Reyes, 1:54:32. Morales, 1:55:54. Mamen, 1:59:38. Paco Fernández, 1:59:54. Sebas, que entró lesionado, 2:01:10.

Para los amantes de la estadística, varias gráficas


Ritmo vs. Distancia

Ritmo global acumulado, por kilómetros

Ritmo de cada kilómetro frente al ritmo medio global

Ritmo de cada kilómetro

Ritmo cardiaco

Vista cenital


Salu2.

viernes, 15 de octubre de 2010

Varios temas. Léelo.

Hay varias cosas que quería dejar publicadas en el blog, desde hace varios días, pero no he podido hasta ahora. Ahí van:


Los entrenamientos van a bastante buen ritmo. Me encuentro bastante suelto. Normalmente no me pierdo ninguna de las salidas los martes y jueves, a las 20 h, desde ECI. El fin de semana tocan o bien carrera, o bien entrenamiento en solitario un poco más rápido que de costumbre. Así que suelo hacer más de 30 km por semana lo cual no he hecho en mi puta vida.

Este fin de semana pasado, el del puente, he tenido ambas cosas. El sábado me presenté al VIII Cross Popular Memorial Miguel Salcedo que organiza la Policía Local en La Pulgosa. Bastante bien organizada, hay que decir (he mandado una crónica que se publicará en la web del club). Dejo aquí una foto del recorrido.

Dos vueltas de 3 km. Según he leído por ahí el "Kilómetro de Miguel Salcedo" iría desde la marca del km 5 (que se superpone a la del 2) hasta la meta (el césped que hay junto al restaurante. A mí me habían dicho que iba por otro lado, pero en fin.

El martes, como era fiesta, salí a entrenar yo sólo por la mañana. Hace unos días me programé una rutina en el ordenador, que traspasé al GPS para que me la fuera ‘cantando’. La rutina era sencillita de seguir, de un total de 10,5 km. Era sólo una prueba que quería hacer. No salió mal, el GPS pita 5 segundos antes de que se acabe cada fase y luego te dice lo que tienes que hacer. Yo activé el Virtual Partner del que traté de no distanciarme. La rutina era:


No lo pude acabar porque se me hizo muy tarde cuando por fin llegué a La Pulgosa, donde tenía que acabar, pero hice 9,8 km, es decir, que sólo me faltó un poco del trote de enfriamiento que puse al final. De media salió a 5:14 que no está nada mal teniendo en cuenta que los 2 primeros km son a velocidad inferior a 5:45. Me encontré por el camino a Paquito, que me acompañó en las 3 últimas series de 500 m a ritmo entre 5:00 y 4:50. Pensaba que cuando llegara a casa y descargase los datos me iba a salir una gráfica chulísima donde se vieran claramente los cambios, pero me salió este churro:



En fin. Cosas de la técnica. Supongo que dí más arreones de lo que me pareció.

El jueves, es decir, ayer, nuevo entrenamiento con Sebas y Mamen (Don Quijote), en total me salieron 10,6 km, a ritmo suave de 5:35 hasta el km 9, y los últimos 1600 m a 4:55 min/km. Como dijo Sebas: "Tiembla, Hellín".

Por otro lado, quería dar unas pequeñas connotaciones musicales a este blog. Trataré de hablaros de vez en cuando de mi ‘gran empacho’ en cada momento. Definiré lo que es eso. Se escoge un artista o grupo que te guste, se baja la discografía completa de internet, se graba un CD y se escucha hasta la saciedad; por ejemplo, yo este ahora estoy con Izzy Stradlin (¿Ici qué?).

Acudiendo a internet, hay un sinfín de sitios donde podemos encontrar la discografía completa, excluyendo recopilatorios que al fin y al cabo son las mismas canciones que se editan en el resto de álbumes. Nuevamente en internet, podemos encontrar, con mayor o menor dificultad, dependiendo de la habilidad y el conocimiento del inglés de cada cual, sitios de almacenamiento masivo (RapidShare, MegaUpload, DepositFiles, HotFile, MediaFire,...) donde se alojan archivos .zip ó .rar con los álbumes en cuestión. De Izzy Stradlin yo sólo guardaba el primero que sacó allá por 1992 titulado ‘Izzy Stradlin and The Ju Ju Hounds’. Pues bien, resulta que he acabado por encontrar (y no ha sido muy dificil) todos y cada uno de los 10 discos que ha sacado después, incluyendo uno de 2010 que ni siquiera figuraba en Wikipedia, pero sí en su web oficial. Además también encontré un concierto y otro álbum de caras B y rarezas varias.


Aquí está el fulano. Parece un poco maricón (y quizá lo sea), pero es un gran músico.

Lo primero es crear una carpeta llamada IZZY STRADLIN de la que cuelguen tantas carpeta como discos se hayan encontrado. A cada una de ellas le ponemos el nombre del álbum precedida por el año de edición, para que así los reproductores de mp3 (en mi caso, normalmente el del coche y el del móvil) los ordenen cronológicamente. Como es lógico, cada carpeta debe contener los archivos mp3 descargados correspondientes. El siguiente paso (vais a descubrir que soy muy metódico) es convertir los archivos mp3 bajados en archivos con una tasa de transmisión determinada (normalmente muy inferior a la de descarga), porque entiendo que el oído humano (al menos el mío) no es capaz de notar la diferencia, y así nos ocuparán mucho menos espacio en disco (de unos 120 Mb a unos 60 Mb, de media). Normalmente se descargan a 320 kbps y yo los paso siempre a 128 kbps con el PowerAmp Batch Converter.

El siguiente paso es la edición de los ‘tags’, es decir, propiedades de cada archivo, que aparentemente son invisibles y están ‘dentro’ del archivo, y que nos dicen cómo se llama la canción, el intérprete, el álbum, el número de orden dentro del disco, el año de salida a la venta, etc. Es bastante importante porque así los reproductores nos dan toda esta información que están diseñados para leer y mostrar. Yo para esto uso el Abdaleon Utilities, que es bastante potente a la hora de asignar el mismo ‘tag’ a varios archivos a la vez (p.ej. asignarle ‘Izzy Stradlin’ como intérprete de todas las canciones contenidas en la carpeta, como es nuestro caso). Una vez hecho esto, le decimos que renombre los archivos automáticamente según la secuencia de lo contenido en los 'tag' (a.k.a. 'IdTags'): numerodepista – titulodepista – album – intérprete.mp3, con lo que quedaría una de ellas, p.ej. “01 – Pressure Drop – Like a Dog – Izzy Stradlin.mp3” y la siguiente “02 – Hands Up – Like a Dog – Izzy Stradlin.mp3”. Por último pero no menos importante, conviene, para que la carpeta originariamente creada llamada IZZY STRADLIN contenga el pack completo discográfico, bajarse las carátulas y partes traseras y copiarlas dentro de cada carpeta. Se pueden añadir las letras en un archivo txt o doc, un artículo de la Wikipedia para cada disco, etc. Eso ya a gusto de cada cual.

Ya sólo queda 'El Gran Empacho', que viene cuando tuestas toda esa información en un CD y, en mi caso, lo introduces en el reproductor del coche y no lo sacas hasta dos meses después, o hasta que no te hayas empapado lo suficientemente. De Izzy, por ejemplo, me he escuchado unas 8 veces cada disco, pero aún me faltan los 3 últimos que sacó en 2008, 2009 y 2010. Así que tengo empacho para dos o tres semanas más. Cuando acabe con éste haré unos comentarios de lo que me parece este artista. De momento tengo detenido el proceso de busqueda y captura de más música, ya que tengo varios empachos pendientes ya descargados y pendientes de ser escuchados, a saber: Dread Zeppelin, The Knack, Foo Fighters, G3, H.I.M., Rammstein, Steve Vai, Asfalto, Topo, Nickelback, Alan Parsons Project, Bruce Dickinson, Iron Maiden y Jimi Hendrix. Creo que tengo empachos programados hasta que acabe la crisis, allá por 2019.


Salu2.
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lunes, 4 de octubre de 2010

Carrerón (el de Chinchilla)

Me quedo sin palabras ante la excelente organización, climatología y sensaciones personales en la carrera de ayer en Chinchilla. Así que seré muy breve.

El recorrido, el mismo que el año pasado y casi igual al de la 1ª edición hace dos años. Un entorno espectacular para disfrutar del paisaje. Como era mi carrera nº 18, con la que cubro el cupo de participaciones para puntuar en la clasificación del circuito y optar al 'recuerdo conmemorativo' el día de la gala final, me tomé la carrera con mucha calma. Me acompañaba Paquito (reciente dosquinceño del mes en este Gran Blog), que sólo había entrenado 2 días en septiembre, y a ritmos más lentos que los 6 min/km.

Hasta el km 5 ó 6 fuimos con Jose Carratalá, pero después nos animamos y alcanzamos, dos km después de pisar la alfombrilla intermedia de cronometraje, en el punto más alto del recorrido, tras bajar a tumba abierta, a Paco Aparicio, al que acompañamos sólo 500 m (ibamos como motos, imparables), y a los otros cuatro del grupete dosquinceño que se formó más adelante (Willy y sus ampollas, Dioni, Blas y Paco FLdlN). Sólo nos faltó Sebas, quien llegó apenas 5 segundos delante. La sorpresa vino cuando, al llegar a casa, comparé con el año pasado y vi que encima había hecho 50 segundos menos (unos míseros pero decentes 1:13:12, que nadie piense que somos máquinas).

Y al llegar a meta encima sonó el 'Run To The Hills' de Iron Maiden, que no podía estar mejor traído a colación.

Enhorabuena a los organizadores, alguno de ellos seguidor de este Gran Blog, a los ganadores y a todos los que llegaron a meta este bonito día.

De las 38 pruebas del circuito, Chinchilla entre las 5 mejores, no cabe duda.

Por cierto, he publicado otra de mis encuestas chorra, a la derecha de la pantalla.

Salu2.

Entrenamientos oficiosos

Desde hace dos semanas se ha instaurado la sana costubre, oficiosa, de entrenar todos los martes y jueves. La salida es a las 20:00 horas desde la puerta principal de ese gran centro comercial situado en la esquina de la Circunvalación y la Avenida de España, siendo el recorrido el de este plano, obra de Blas:


Yo suelo despedirme en el 10 y de ahí a mi casa hay otros 500 m. Digamos que al volver al punto de la salida la ruta ya es libre para cada uno, aunque solemos compartir algún kilometrillo más.

Ni que decir tiene que se puede apuntar quien quiera, de éste u otro club, aunque se advierte que los ritmos más rápidos a 5:20 min/km serán sancionados con collejas.

Salu2.

viernes, 1 de octubre de 2010

Paquito Sirvent, en la élite del cross antes de hacerse del Dosquince

Este señor de las carreras populares fue mi primer compañero de viaje, a una carrera, como dosquinceño. Entramos en el club el mismo año, él de la mano de su amigo Gossi, y allí nos plantamos, en Molinicos (casi ná) en febrero de 2009. Me ganó, como siempre, aunque algún inocente pensaba que estábamos más o menos al mismo nivel.

Le aguanté el ritmo unos kilómetros, hasta que llegamos a las primeras rampas al salir del pueblo. En efecto, la rampa esa llena de almendros (normalmente en flor). Bonita foto, puesto que no se nos ve la cara.

Este natural de Jijona, residente en Albacete por motivos laborales (y porque es la mejor ciudad del mundo para vivir), empezó a correr allá por los años 80, no recuerda exactamente cuándo. No era por ningún motivo en concreto, simplemente lo hacía con los amigos y ya está. De vez en cuando se presentaba a una legendaria y pionera carrera: el cross del Pryca de San Juan.

Ni se acuerda de cuál fue la primera carrera en la que participó, pero si guarda como recuerdo un periódico en el que figura como 2º local en el cross del Turrón (Terró) de Jijona (Xixona; es que son como los de Méjico, que les gusta escribirlo con 'x').

Creo que pinchando en la foto se hace más grande. Paquito, con unos cuántos años menos pero fácilmente reconocible, está en la segunda foto empezando por arriba, sobre las manos del doble de Jordi Estadella que está dando palmas.

De momento no se atreve con el maratón, pero en distancias más normales tiene unas marcas envidiables. En Socuéllamos 10k del año 2009, homologada, logró 47:36. Una tontería comparado con los 1:42:36 que realizó en el medio maratón de Albacete el mismo año 2009, también homologado como sabéis.

Eso es recientemente, claro, porque cuando era casi profesional en esto seguramente tuvo mejores registros. Pero claro, no había chips, ni internet, ni GPS para guardar todos los registros como hoy en día.

Míralo, sin dorsal como un gilipollas que yo me sé. Bueno, fijándonos bien, se ve que lo lleva en la mano, lo mismo que el fulano que está a su izquierda.

Cooperativo hasta la médula, ha hecho varias carreras con Gossi, para no dejarle sólo. Más recientemente, en el medio maratón de Albacete de este año, me acompañó todo el recorrido el día en que quise hacer mi mejor marca personal en la distancia. Lo conseguí, en gran parte gracias a él.

Una foto de lo que os cuento. Como véis yo voy a tope y él parece que venga de comprar el pan.

Un gran tío, este Paquito.

Salu2.
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