viernes, 22 de octubre de 2010

Crónica de Hellín. Kilómetro a kilómetro.

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El día que todo salió bien.


Primer kilómetro. Desde la línea de salida se baja y se gira a la derecha dos veces y se vuelve a subir la cuesta del parque la primera vez. El km 1 está más o menos en frente de la salida, sólo que al otro lado del parque. En este tramo veo a Paco Monge, del C.A. Tobarra y a J.A. Oliver del C.A. Hellín. La idea es ir suave al principio, intentar hacer los primeros 10 km a 5:15 y luego lo que surja. Así que me dejo llevar a lo que me resulta un ritmo bastante suave, pero me sale el primer km en 4:51.

El segundo km empieza en el final de la subida del parque, gira a la derecha tomando la Gran Vía y vuelve a bajar por el arco de salida hasta salir de Hellín. Justo cuando esa carretera empieza a virar a la izquierda ligeramente y a subir, empieza el siguiente km. Tengo buenas sensaciones, sigo a ritmo suave aunque en algún momento sí tengo la sensación de ir, quizá, demasiado rápido. Me sale en 4:55.


El tercer km discurre por la zona donde se abandona Hellín, con esa larga subida que es un camino asfaltado pero bastante estrecho, donde al fondo se gira a la derecha para empezar una zona con unifamiliares. Cuando esa calle empieza a ser un pelín empinada ahí acaba el km, así que prácticamente es todo subida. Subo a ritmo que me resulta cómodo aunque sé que voy a buen ritmo. Aquí el viento sopla de frente, pero es de ese que digo yo que no frena, sino que refresca. Empiezo a olerme una buena marca. Me sale a 5:14, he perdido 19 segundos de ritmo, pero voy bien. Durante todo este tramo diviso un grupo a unos 50 m por delante, con varios del C.A. Chinchilla entre los que distingo a Cosme y a Morales. Pienso que si van ahí es porque voy demasiado rápido, pero como voy cómodo poco a poco los voy cogiendo.

El cuarto km discurre por la zona de los unifamiliares, terminado aproximadamente cuando se lleva 1/3 de la distancia de la calle paralela a la Gran Vía, que empieza en ligera cuesta abajo y luego se hace llana (al fondo está el aparcamiento del Recinto Ferial donde estaba el arco de salida). Aquí es donde alcanzo definitivamente a Cosme y su grupo y charlo un poquillo. Me sale a 5:16, un segundo por encima del ritmo prefijado, pero llevo suficiente acumulado.

El quinto km empieza con el demarraje de Cosme y los demás de Chinchilla, salvo Morales que se queda conmigo. Llegamos al fondo de la calle, giramos a la derecha, se empieza a subir, y volvemos a girar a la derecha enfilando la Gran Vía en sentido ascendente. Como sabéis, según subes es una calle en la que te vas cruzando con los que te preceden. No veo a los dos del Dosquince que van por delante (Jorge y Fran Olivas), así que deben sacarme bastante distancia. Sí veo, y saludo, a Pedro G. de la Rosa del Donquijote y alguna cara conocida más (gente que me suena pero con la que no me hablo). El km acaba antes de llegar al final de la cuesta arriba. Me sale a 5:07, lo cual está muy bien teniendo en cuenta el perfil ascendente de este km.

El sexto sigo con Morales a buena marcha. En el descenso me cruzo con Jota, futurible dosquinceño que vino con nosotros en el coche, y un poco más abajo con Sebas, que va con Jesús Reyes (no les saco demasiado, así que Sebas va muy bien). Detrás va Paco Fernández y nos saludamos. Cuando ya prácticamente la calle es llana se gira a la derecha y se sube un repecho corto y no muy inclinado, para bordear un solar vacío y vallado y volver bajando hacia la Gran Vía otra vez. Justo en ese punto en el que se retoma la Gran Vía acaba el sexto km, que me sale a 5:11. Morales va a rueda y me empiezo a temer que me va a abandonar y voy a tener que ir sólo.

Un corto tramo en la Gran Vía y se hace un bucle parecido al anterior: cuesta arriba, giro a la izquierda, vuelta a girar a la izquierda y cuesta abajo hasta la Gran Vía, donde se gira a la derecha, para abandonarla definitivamente enseguida, girando a la derecha para enfilar la doble cuesta Ayuntamiento + San Roque. Según mis cálculos, poco antes de llegar al fin de la primera cuesta, antes de llegar a la catedral, se acaba este km. Cuando me quiero dar cuenta a Morales ya casi ni le veo de lo atrás que se ha quedado. Ahora voy con dos miembros del Tarazona-Saycu, Diego José Picazo con el que coincidí unos km en el Mapoma y Mª Carmen Cañizares que creo que viene de correr el Maratón de Berlín, con un aparatoso vendaje en una rodilla. Me pego a ellos para la subida. Me sale el km en 5:27 (muy bien para la dureza del tramo).

El octavo km transcurre primero por la calle empedrada larga, estrecha y sombría que se agradece un montón para tomar aliento para la siguiente cuesta. Los de Tarazona van rápido y se me distancian unos metros, así que decido que voy a hacer mi carrera, a un ritmo que a mí me venga bien. Encaro la cuesta del Calvario–San Roque a buen ritmo, cómodamente, hasta llegar a la cumbre. Un poco más adelante, cuando ya empieza la bajada, acaba el km. Estoy pegado a los de Tarazona otra vez, me ha gustado la manera en la que han empezado progresivamente a descender cada vez más rápido. A ver hasta cuándo los aguanto. Con ellos va un tipo con una gorra, miembro del Club de Montaña Godih-Sierra de Alcaraz, que no se despega lo más mínimo, como si les conociese. Me sale este km a 5:21 que está muy bien.

Del 8 al 9 es la zona previa (chalets) y toda la bajada de la Gran Vía del Oeste. El km más agradecido de toda la carrera. Los Saycus van más rápido que yo, aunque apenas me despego de ellos unos 10 m cuando más. Después de un buen trecho que se hace corto se gira otra vez a la izquierda, y en esa callecita acaba el km. Me sale a 4:47.

Este km abarca una calle muy larga y empedrada que atraviesa una plaza con un convento y una escultura de un nazareno de Semana Santa. Tiene varios puntos estrechos donde se apostan varios fotografos (hay concurso). Trato de mantener el ritmo de los Saycus y lo consigo. Al final se llega a un parque, que queda un poco más alto que la calle por la que vamos, girando a la derecha. Ese parque es el mismo que nos queda a la izquierda cuando subimos al Ayuntamiento, unos 100 ó 150 m antes de llegar a éste. Hasta este parque el recorrido es más o menos llano pero ahí se empieza a bajar de nuevo. Se pasa por una rotonda que tiene unas curiosas isletas (aquí empieza la Gran Vía y si miramos a la izquierda desde la rotonda se ve la gente que está terminando de subir la cuesta del parque), y se sigue bajando. Sé que pronto habrá un avituallamiento y preparo mi primera ampolla de glucosa. Me sale el km a 4:54: excelente.

Desde la rotonda hasta el final de la calle, donde se gira a la izquierda, habrá unos 400 m. A la mitad está el km 10. Según el GPS, claro. Llevo 51:02 que está muy bien, aunque km 10 oficial, es decir, el cartel de la organización, lo paso en 51:32. Me bebo la ampolla de glucosa, giro y ahí está el agua. Los Saycus me llevaban otra vez unos metros, pero no se si se entretuvieron con el agua o qué, y los vuelvo a pillar, aunque en la cuesta arriba, la del parque, me vuelven a sacar distancia. Al llegar arriba, nuevo giro a la derecha por la Gran Vía, y vuelta a girar a la derecha para coger la recta de la salida, hacia abajo. En ese punto hay gran cantidad de público, aunque animan bastante poco. Busco alguno de mis compañeros de trabajo, pero entre que llevo los auriculares con Iron Maiden, una recopilación idónea para correr, a un volumen considerable, y que voy concentrado en la carrera, no veo a nadie. Los Saycus están ahí delante. Al pasar por el arco de salida y la alfombrilla, mi GPS marca el km 11. Lo hago en 5:04 (sensacional).

Voy camino del 12. Hace rato que me he dado cuenta que los km de la organización son ‘más largos’ que los de mi GPS, cosa que suele ocurrir en todas las carreras homologadas, así que ya me voy haciendo a la idea que en total me van a salir unos 21.300 metros. Todo es cuesta abajo hasta que se sale de la ciudad. Creo que esa carretera va hasta el hospital. Al llegar a un cruce hay siempre unos guardias civiles que nos dirigen hacia la izquierda, por la carreterilla estrecha, cuesta arriba (lo que era más o menos del km 2 al 3). Poco más allá de empezar la cuesta, ahí está el 12. Me sale a 5:04 otra vez. En realidad se puede considerar más lento que el anterior, puesto que este ha tenido mucha cuesta abajo y el otro era fundamentalmente cuesta arriba, pero es que me he dosificado un poco.

Vamos a por el 13, que está en la zona de chalets donde antes iba con Cosme. Desde hace 2 ó 3 km veo a unos 30-50 m por delante a dos tíos del Donquijote, que no sé cómo se llaman pero que me suenan. Lentamente los vamos alcanzando. A pesar de ser cuesta arriba casi todo me sale a 5:16.

Del 13 al 14 alcanzamos, los Saycus y yo, a los del Donquijote, y vamos con ellos un trecho. Por motivos que no logro explicar (empieza a hacer efecto la glucosa, quizá), me pongo en cabeza del grupo cuando enfilamos la calle larga y recta que conduce al Ferial, paralela a la Gran Vía. Al final de esta calle acaba este km, que me sale a 5:05.

Camino del 15, toca el tramo corto hacia la Gran Vía, toda la subida y la mitad de la bajada. Por momentos me falta un pelín de fuelle en la subida, dándome el relevo los del Donquijote. Me cruzo con varios conocidos de los que van por delante, como Cosme. Cuando llegamos al fondo a dar la media vuelta soy yo el primero, pero estamos todos pegados: los de Tarazona, los Quijotes, el del Grupo de Montaña y yo, aunque voy yo tirando ahora. El km acaba con un registro de 5:10.

Último ‘descanso’ antes de la gran cuesta que decidirá si me sale una buena marca o no. Hay que terminar de bajar la Gran Vía, incluyendo esos dos recodos que hay a mano derecha en los que hay que subir y después bajar. Bajando la Gran Vía, me cruzo con los que van detrás de mí. Jota me saluda, Jose Antonio Oliver también, Sebas viene detrás y hace el payaso (síntoma de que va bien; además, ha dejado atrás a Jesús Reyes), Morales también viene y me dice “¡Qué te cojo!”. También veo a Mamen del Donquijote que no parece ir mal. En uno de los recodos sube-y-baja, como sé que me van a dar agua, me tomo la segunda ampolla de glucosa que seguro que me hará falta un par de kilómetros más adelante. Ya no volví a mirar atrás, a pesar de que sabía que llevaba a estos 5 compañeros de viaje ahí. Justo antes de empezar la segunda de estas bajadas, el GPS pita que estoy en el 16. Otros 5:07, voy muy bien de promedio.

Bajo la pequeña cuesta y giro a la derecha. Justo en ese momento en dirección a la cuesta arriba de la Gran Vía me cruzo con Paco Fernández que me ve por poco, con el rabillo del ojo. Último tramo llano y encaro la subida al Ayuntamiento, por la zona adoquinada que hace unos años tenía tantos baches. Por delante hace rato que diviso a Julia Llopis y su hoy acompañante, rodando muy por debajo de sus posibilidades, el presidente C.A. Albacete-Diputación Manuel García, y me da la impresión de que poco a poco les voy comiendo terreno. De mi grupo parece que sólo aguantan los Quijotes, aunque todo esto lo veo por el rabillo del ojo porque ya no miro más atrás. Sigo subiendo poco a poco y consigo llegar bastante entero. Suenan las campanas de la iglesia y, donde termina la cuesta y empieza la calle estrecha y, afortunadamente, llana, me adelanta uno de los Quijotes. Al empezar de nuevo la subida termina el km nº 17, que me sale a 5:32.

Seguimos los dos Quijotes y yo juntos hasta la cuesta de San Roque, donde me lo tomo con calma, haciendo mi carrera. Me consiguen sacar un poco de ventajilla, incluso aparecen dos o tres tíos subiendo a toda leche que rápidamente pierdo de vista. Vamos, unos metros más y ya hemos llegado arriba. Aquí también suenan las campanas. Estoy en el 17 y medio más o menos, y queda un trecho llano antes de la gran bajada. Ahora si aprieto con las fuerzas que me quedan, y dejo atrás por última vez a los Quijotes. Queda una última zona llana antes de dar el quiebro a la izquierda en la zona de chalets y enfilar la gran bajada de la Gran Vía del Oeste, donde me dispongo a dar el todo por el todo. Cuando acaba la primera rampa hacia abajo, la más inclinada, y empieza a ser más suave, pita el GPS: último km en 5:28.

Me siento como una locomotora. Cuando estaba abajo pensé que quizá me cayeran 12 minutos en la subida, pero sólo han sido 11, así que, incluso teniendo en cuenta que el GPS marca ‘menos distancia’ que la organización, hay posibilidad de mejorar mi marca personal en medio maratón, que son 1:48:58 conseguidos este año en Albacete, también homologada y que también midió más según el GPS, concretamente me salieron a mí 21.280 metros. Tengo la impresión de llevar una media global, hasta el momento, de unos 5:10 min/km, así que no estoy seguro de si lo voy a lograr o no. Por lo menos no voy harto de correr como otras veces en las que me da igual apretar más o no en los últimos 2 ó 3 km. Hoy sí, hoy voy con ganas como el día de Albacete: si no me fallan las fuerzas puedo lograrlo, porque de cabeza voy bien. Así que ahí estoy, bajando a tumba abierta. Todo lo que queda es cuesta abajo menos la cuesta arriba del parque, pero allí haré lo que pueda y ya está. Vamos, adelante.

Desde hace bastante tiempo, desde el km 13 que, inexplicablemente, me puse a tirar del pequeño grupo que ya he descrito, y como no voy mirando hacia atrás, noto la sensación de ‘soledad’ que se da a veces en los medios maratones. Veo como el que va delante está a 20 ó 30 metros, y el siguiente a otros tantos, y así sucesivamente. Hoy, afortunadamente, voy adelantando a la mayoría de los que voy viendo (los otros que veo son los que me adelantan a mí, pocos, pero alguno hay). El siguiente objetivo son Julia y Manuel, pero van fortísimos y alcanzarles se me hace eterno. Cuando por fin los adelanto (Manuel, si lees esto te acordarás) les digo la verdad: “Me ha costado un huevo cogeros”, a lo que me responde él: “Vamos, sigue, sigue”. Poco después se acaba la cuesta y, girando a la izquierda, me adentro en la zona de calles más estrechas. Me parece que las piernas me pesan, después de bajar la cuesta tan ligero. Mis zancadas me parecen torpes, y además no ayudan los adoquines de la calle. Al pasar por el convento y la estatua del nazareno, el reloj pita el km 19, que me ha salido a 4:37 (más rápido que en la primera vuelta).

Sigo sintiéndome pesado, me da la impresión de que me va a coger todo el mundo que adelanté en la bajada, pero esto no ocurre. Llego al parque que expliqué cuando hablé del kilómetro 9 al 10, giro a la derecha y me concentro en la marcha. Viene una larga cuesta abajo, sólo interrumpida brevemente por el paso que hay que hacer de la rotonda. No pierdo fuelle al cruzarla, piso las isletas, sigo más y más. Encaro la gran cuesta abajo y al fondo veo a Pepe Llorens del C.A. Antonio Amorós de Caudete, y pienso “¿Pero cómo puede ir este hombre aquí?”. Pero no va muy bien y en unos pocos metros le he alcanzado. Voy a toda hostia, he de aprovechar para lo que pueda perder en la cuesta del parque. El récord personal puede que esté cerca. Giro a la izquierda. Avituallamiento: ni cojo agua. Sólo pienso en una cosa. Justo cuando vuelvo a girar a la izquierda otra vez pita el GPS. Kilómetro 20, último km realizado en 4:43.

Veo la cuesta entera ante mí. Se me antoja eterna, y voy con lo justo. Dos tíos de rojo que adelanté hace un momento me sobrepasan a buen ritmo, pero no puedo engancharme a ellos. Sigo poco a poco, sé que es lo último duro por lo que tengo que pasar. En llano no me va a costar tanto aunque tenga que apretar mucho. La calle es muy ancha pero está completamente desierta. Tras lo que parece una eternidad, llego a la parte de arriba y giro a la derecha. Tramo llano hasta el próximo giro a la derecha y, después de eso, nueva bajada hacia la pista atlética. Me lo conozco de memoria, será porque llevo 5 años seguidos viniendo. Aprieto en la bajada, aunque el panorama es desolador. En toda la recta sólo diviso a tres o cuatro corredores por delante. El resto es gente normal que ya no presta atención a la carrera y se cruza de un lado a otro sin apenas mirar, contenta de que la calle esté cortada al tráfico, ignorante de que algunos de los que quedamos corriendo estamos sufriendo (¿innecesariamente?). Llego al final de la bajada, giro a la derecha. Al fondo están los de Protección Civil o Cruz Roja, o ambos. No me acuerdo porque había muchos y en muchos cruces. Allí señalizan la entrada a las pistas. Giro a la izquierda, entro en el estadio, pita el GPS, todo a la vez. En efecto van a salir unos 200 m más, porque aún tengo que dar la vuelta casi entera. El último kilómetro me ha salido a 5:10.

No miro más el crono. No sé si aún voy en tiempo de récord o no. Intento no dar un traspiés en el peligroso giro a la derecha, cuesta abajo, que hay nada más entrar en el estadio. En el semicírculo que hay entre la primera curva y el césped hay un montón de corredores charlando, bebiendo agua, estirando, comiendo fruta, pero yo no los veo. Voy concentrado en seguir sin parar, tengo fuerzas para aguantar a buen ritmo, con una zancada decente, aunque sin esprintar. Ya he pasado la primera recta y sólo quedan unos 150 m, puesto que el arco está aproximadamente en la mitad de la recta de tribuna. Voy dando la curva, alargo la zancada todo lo que puedo. En una zona no se ve claro el límite de la calle nº 1, y me doy cuenta que voy recortando, directo al foso de los 3000 (ó 5000) obstáculos, así que modifico un poco la trayectoria. Encaro la recta. Sigo, ya sólo quedan 20 metros, el speaker dice mi nombre, lanzo besos al cielo, levanto los brazos, he llegado. Piso la alfombra roja, cruzo la línea, paro el cronómetro. He ganado la batalla contra mí mismo, once segundos más rápido que mi mejor marca, medio segundo por cada kilómetro. A muchos no les dirá gran cosa, para mi es una hazaña: 1:48:47.




EPÍLOGO:

Los demás protagonistas, nombrados en esta crónica, quedaron como sigue:

Jorge Nicolay, 1:31:54. Fran Olivas, 1:31:58. Pedro Gª de la Rosa, 1:41:08. Cosme, 1:45:18. Paco Monge, 1:47:52. Julia Llopis y Manuel García, 1:49:26. Los siguientes llegaron juntos, aunque los tiempos netos son: de Los Saycus, Mª Carmen Cañizares y Jose Diego Picazo, y el tipo del Club Godih-Sierra de Alcaraz, Jose Juan Peinado, 1:49:54; de los Quijotes, Juan Carlos Segura y Jaime Castillejos, 1:50:05; de Pepe Llorens, 1:50:10. Jose A. Oliver, 1:51:29. Jesús Reyes, 1:54:32. Morales, 1:55:54. Mamen, 1:59:38. Paco Fernández, 1:59:54. Sebas, que entró lesionado, 2:01:10.

Para los amantes de la estadística, varias gráficas


Ritmo vs. Distancia

Ritmo global acumulado, por kilómetros

Ritmo de cada kilómetro frente al ritmo medio global

Ritmo de cada kilómetro

Ritmo cardiaco

Vista cenital


Salu2.

3 comentarios:

  1. Hola Alberto. Acabo de llegar de Madrid, que he estado 4 días en un congreso que me ha tenido todo el día ocupado. Enhorabuena por el tiempo y por la crónica. En Benidorm seguro que lleas al 1:45 porque esta media de Hellín era muy dura. Yo fui de menos a más. Los primeros 6 kilómetros salí no muy rápido, con la intención de hacer na carrera cómoda. Pero el grupo de Chinchilla (casi todoas con medias maratones entre 1:32-1:38), se pusieron a apretarme y a partir del km 8 todos fueron por debajo de 5 min/km y al final llegué con el gancho. Un abrazo Alberto

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  2. Os escribimos del Club Atletismo Saturno de Daimiel. Como no vemos ninguna dirección de contacto en vuestra página web, os dejamos un comentario en las últimas entradas de cada uno de los blogs que se destacan.

    El pasado 9 de mayo, un grupo de 5 daimieleños estuvimos participando en la media maratón de vuestra ciudad. Cuando nos disponíamos a recoger el dorsal, nos encontramos (si no me equivoco) con Francisco M. Fernández López de la Nieta, natural de Daimiel, y que fue reconocido por uno de nuestros atletas. Posteriormente, nos desplazamos juntos a tomar un café en vuestro lugar habitual, donde coincidimos con algunos otros miembros del dosquince. Pasamos un agradable rato "pre-competición" y, tras una foto de rigor, nos despedimos esperando volver a encontrarnos en otra ocasión.

    Os escribimos ahora porque uno de los temas que tratamos aquel día fue la posibilidad de que algunos de vosotros os desplazáseis a participar en la carrera que organizamos en nuestra localidad, el "XXII Memorial Galo Sánchez Bermejo", carrera popular sobre 10 km que ya estamos preparando y que tendrá lugar el próximo domingo 12 de diciembre.

    Esta prueba está incluida en el Circuito Provincial de Carreras Populares de Ciudad Real, esperamos a unos 800 atletas en la prueba absoluta y otros 200 en categorías inferiores. Para nosotros sería un placer poder contar con vuestra presencia, pues quedamos muy agradecidos aquel día y os consideramos un club amigo. Os dejamos el enlace donde aparece toda la información sobre la prueba y la forma de contactar con nosotros.

    http://www.carrerasciudadreal.es/circuito/carreras1.php?id=26#carreras

    Sin más, recibid un cordial saludo y esperamos veros pronto.

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  3. Impresionante Alberto!,
    te felicito por la crónica y por
    el peazo de MMP conseguida!

    Comparto contigo muchos de
    los pensamientos que reflejas:
    - "Me siento como una locomotora"
    - "Me ha costado un huevo cogeros"
    - "... ignorante de que algunos de los que quedamos estamos sufriendo..."
    - "A muchos no les dirá gran cosa, para mi es una hazaña"
    - etc.

    Un abrazo campeón.

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