Estos pavos fueron, en parte, culpables. Esta es una de las mejores canciones que hay para acelerarse y no parar.
Siempre hace un poco de fresquete en Villarrobledo, sobre todo en esa calle que hay después del tramo peatonal, donde el avituallamiento. Y el otro día no fue la excepción.
Llegamos demasiado pronto para mi gusto, y además la carrera era también demasiado tarde para mi gusto. Pero bueno, como JuanRa está preparándose el Maratón de Madrid y quería correr 9 km previos a los 21 de rigor, pues nos fuimos, El Fuerzas y servidor, con él. Después de ese trote, dijo que correría a unos 5 min/km, lo cual ya era mi ritmo de récord. Bueno, pues salimos a eso de 4:40-4:50 junto a Juan Perdigón y David, así que le dije a JuanRa que les dejase ir para que no nos llevaran por la calle de la amargura. Pero en vez de eso, como se veía fuerte, me dejó atrás y siguió con Juan, porque David tiró palante y nunca más se supo de él hasta la meta.
Yo a lo mío. En el km 4 ya iba solo, pero no bajé el rimo. Sobre el 6,5 un individuo grandón que confesó ser toledano, residente en Madrid y debutante en la distancia, me preguntó por los ritmos a los que ibamos. Iba un poco perdido pero sobrado, llegando juntos hasta el final de la 1ª vuelta, pasando el 10.000 en nada menos que 48:18 (una de mis mejores marcas y aún quedaban 11 km). Justo al pasar por meta, me alcanza Pepe Polo, gracias a quien conseguí no aflojar demasiado.
Si por él hubiera sido, nos hubiésemos desmelenado un poco más, pero me concentré en lo que quedaba y, trotando a buen ritmo, controlé la carrera y los tiempos. Todos los kilómetros netamente por debajo de 5 minutos. La verdad es que iba disfrutando como un enano, sabedor de que iba a hacer marca personal en el pueblo que me vió debutar en la distancia allá por 2006. Zancada larga, ritmo vivo, ligereza en las piernas.
Adelantamos a mucha gente, aunque de vez en cuando también nos pasaba alguno a una velocidad considerable. El km 15 lo pasé en 1:11 (es una de las pocas comprobaciones que hice in situ, las demás las estoy haciendo ahora mientras escribo). Así llegamos a los últimos kilómetros, esos que son un poco cuesta arriba y, el domingo pasado, con el viento en contra. Fueron los más lentos, con 5:01 y 5:04 en el 19 y 20. Cuando quedaba sólo un km volví a mirar el reloj y ¡¡oh, sorpresa!! llevaba 1:36, así que me iba a ir a 1:41 en vez de 1:43 como mentalmente iba suponiendo.
Apreté los dientes, dije varias veces la palabra talismán, porque ya iba agotado y con pocas fuerzas, y entré en meta en 1:41:04. Excelente.
Gracias por estar ahí.
De nada por estar aquí.
Salu2.
enhorabuena campeon por tu nueva marca nos volvemos a cruzar seguro en minaya .en barrax no que me voy a la media de madrid .un saludo del emilio (c.a villalgordo del jucar)
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