La Asociación de Vecinos de este barrio nos propone una carrera familiar de 4000 m, con tres vueltas a un pequeño circuito de 1330 m aprox. Os dejo una foto-cartel con detalles.
Según declaraciones de la Organización: "...en la primera carrera que hemos organizado desde esta Asociación de Vecinos. Vamos a hacer entre todos un esfuerzo a ver si podemos llegar a los 100 inscritos o más. Anima a tus amigos, compañeros de trabajo, familiares, vecinos…...para inscribirse en la carrera, es gratis, no importa el tiempo, pueden hacerla andando, y además, por cortesía de Alcampo, todos los que acabemos tendremos una bolsa con regalos. Te envío el folleto de la carrera para que lo pegues donde quieras y así hagas extensiva esta prueba. Saludos. Juan Luis."
"Click" para ampliar a tamaño legible.
OJO: la inscripción (gratuita, por cierto) se cierra el lunes día 30.
Por mucho que te lo hayan contado, incluso aunque hayas acompañado a alguien a ver cómo corre en Almansa, si no lo ves desde dentro no te haces una idea. Por ello convencí a mi beloved wife a que se apuntara. Y la verdad es que durante la primera vuelta se lo pasó pipa. Este año, además, yo creo que había aún más gente que otros, si eso es posible. Pero también le avisé que a partir del 12 o así la cosa se suele torcer, empieza a hacer calor, a pesar las piernas, la sed y la deshidratación. Y ahí es cuando la Media Maratón de Almansa empieza a tomar tintes de thriller psicológico. Se te juntan los dos últimos meses, la reciente MMdA y los primeros calores. Acabar la carrera se hace muy duro, pero se acaba y luego estamos contentos por el trabajo bien hecho.
He tenido que navegar hasta, prácticamente, la última pantalla de Internet para obtener fotos como ésta. Es de la salida, en la que de momento estábamos bastante contentos. Los sudores (fríos y calientes) vinieron más tarde.
En total, el grupo formado por Isa, Marian, María Jesús y servidor tardamos 2:04:40. Por debajo de 6 min/km, que en Almansa es para darse con un canto en los dientes. Y todo esto sin pararse a andar, que ya es mérito.
Enhorabuena a tod@s: atletas, organización, público, acompañantes, etc.
El año que viene, a pesar de llegar a las 23:00 o más a casa, intentaré volver.
Nos ha dejado un grande del fondo. Opino que podría haber superado a Gebre, habida cuenta que con 21 años ya era Campeón Olímpico de Maratón (Pekin, 2008, además récord olímpico). Bueno, ya hablé de él hace tiempo. Lo que hoy quiero remarcar es que gracias a su actuación en Pekín revolucionó el mundo del maratón, puesto que hasta entonces se creía que era una prueba donde sólo con más de 30 años se podía hacer algo importante. Con respecto a las condiciones de su muerte, aún son confusas. Al parecer su mujer, a la que en diciembre pasado amenazó con un rifle de asalto, le pilló con otra y los encerró en el balcón. Sammy se lanzó al vacío (no era gilipollas perdido, era únicamente el primer piso) con la mala suerte que os imagináis. Otro gran legado que puede que deje (aunque está en manos de los políticos kenianos, que digo yo que tendrán una credibilidad igual o inferior a la de los nuestros) es que se tomarán medidas para que a los deportistas de élite kenianos se les ayude a asimilar la fama. Parece que Sammy no llevaba esto muy bien.
Lorca
Como muchos ya quizá sepáis, veraneo desde siempre en Águilas. Por eso conozco a muchísimos lorquinos y sobre todo lorquinas. También conozco bastante la ciudad. Viendo por la tele cómo ha quedado se me cae el alma a los pies. También he visto las fotos que, vía CaraLibro, han compartido algunas de esas lorquinas. Ha sido un terremoto de verdad, como los que salen en el telediario. Ánimo a tod@s.
Manifestaciones 15-M
¿Habrá empezado ya, aquí en España, lo que vaticiné? Desde luego, se le va pareciendo. Os dejo una idea para que reflexionéis.
Training
Aunque se han metido en casa una legión de albañiles, espero que el jueves pueda hacer mi entrenamiento último pre-Almansa. Desde la MMA no he hecho demasiado, pero lo suficiente como para mantener un buen nivel. No obstante, Almansa será otro entrenamiento de lujo en el que acompañaré a mi señora, su entrenadora y la cuñada de ésta última. Allí nos vemos.
De como el divertido Heavy dió paso al deprimente Grunge y ahora ya no sabemos ni dónde estamos
En la peli "El Luchador", Mickey Rourke y Marisa Tomei tienen una conversación al respecto. Os dejo dos vídeos para que comparéis como el paso del tiempo transformó la estética ochentera de pelo largo, cardado, pantalones ajustados, chaquetas con chorreras y demás....
Hay una calle en Albacete donde, como en muchos otros sitios de este país, los vecinos debieron solicitar al Ayuntamiento la instalación de unos resaltos para que los coches no pasaran demasiado deprisa. Fueron instaladas a conciencia, fresando previamente el firme y dejando embebida una parrilla de armaduras de acero con la idea de reforzar el pavimento ante los golpes sufridos por el badén de caucho. Seguramente menos de una semana después los vecinos se dieron cuenta de que ahora el ruido de los camiones que pasaban por el resalto era muy superior al de los coches que pasaban como cohetes en horario nocturno, así que solicitaron su eliminación. Hoy en día, sólo quedan como muestra el firme degradado y el emparrillado de acero. Pienso en ello siempre que corro la Media Maratón de Albacete, porque en esa calle voy mirando al suelo. Porque es un sitio donde siempre voy cansado. Muchos pasamos una crisis al pasar por segunda vez por ese sitio y el avituallamiento que le sucede. ¿Sabéis ya a qué calle me refiero? Acordaos el año que viene: seguramente vosotros miraréis al suelo aquí también.
Como sabéis, queridos lectores, hace meses me propuse un objetivo para esta primavera. Humilde, serio, alcanzable y que supusiera la ruptura de una barrera psicológica: bajar de 5 min/km en la Media Maratón de Albacete (en adelante, MMA), o lo que es lo mismo, bajar de 1:45:29 y, ya puestos, bajar de 1:44:59.
La manera de lograrlo no ha sido nada del otro jueves. En cuanto a entrenamientos y otras consideraciones previas: bajar hasta los 70 kg de peso (menos que cuando participé en los Mapoma 2008 y 2010), alguna tirada larga más de lo habitual por estas fechas, algún entrenamiento de 10 a 15 km a ritmo de competición y mucho hablar de la carrera con los amigos y compañeros del Dosquince.
El día de la carrera era clave la adecuada estrategia a seguir, dadas las sensaciones en el entrenamiento de 14500 m a ritmo de competición que hice 15 días antes: no se podían hacer grandes alardes. Como ya comenté en este mi Gran Blog, lo primero era salir bien. Para ello nos colocamos, Luis y servidor, a la altura de la patata de 1:30. Sólo perdimos 15 segundos con respecto al pistoletazo de la alcaldesa, y a pesar del parón de la primera curva a izquierdas, el primer km salió a 4:45 y el siguiente a 4:28. A partir de ahí empezamos a intentar marcar el ritmo prefijado, 4:56 min/km según nuestros GPS, pensando en que estos iban a marcar en total unos 21300 m.
Primeros compases, y ya llevo cara de cansado circunstancias.
[NOTA: para los fanáticos del GPS, entre los que me incluyo, diré que no es culpa de la organización de ninguna carrera, ni de los jueces que efectúan la medición en las carreras homologadas por la RFEA, que los aparatitos que llevemos en la muñeca tengan un margen de error considerable. No hay más que ver la superposición de los recorridos registrados sobre las fotos de Gúguel Erz, y no me digáis que vais atravesando edificios como aparentemente nos dice nuestro querido adminículo satelital. En mi caso mi ‘peluco’ me ha medido 21370 m que suponen un error de únicamente el 1’29% con respecto a la distancia oficial, lo cual no está nada mal si tenemos en cuenta que es un receptor del tamaño de un reloj y con una antena diminuta. Así que, llorones, no quiero volver a oir eso de “la carrera está mal medida, mi GPS marca chorricientos metros más” porque el que mide mal es el GPS.]
Para muestra, mirad mi 'supuesto' paso por el Molino de la Feria.
Después de la primera mini vuelta al Parque, ya ibamos muy bien acompañados por Juan Perdigón y Pedro León, quienes iban sobrados para nuestro ritmo. La concentración era grande y yo trataba de no perder la cadencia y en trazar la trayectoria más corta posible sin pisar ningún bordillo ni acera. A la altura de la Fábrica de Harinas llevábamos una ventaja de minuto y medio con respecto a los 5 min/km, relativos al paso por un cartel (creo que era el km 7 u 8) de la organización. Eso me dio muy buena espina.
Antes de llegar al Parque otra vez ya avisé que no estaba yo para muchas florituras. Había que seguir a ese ritmo, aunque ibamos un poco por debajo de lo normal, pero nada que no pudiera compensarse con los segundos ganados en la salida y un posible esprint final. Haciendo cuentas que iba yo, vamos. Me zampo una ampolla de glucosa que diluyo con un botellín de agua de los que daban en la Punta del Parque.
En la Calle Ancha ya Luis y yo les tuvimos que decir a Juan y Pedro que tirasen ‘palante’, porque nos iban haciendo la goma y no se iban haciendo ningún bien esperándonos.
Veros ya palante tomarporculo, coño, que podís.
Ignoro por qué la gente sube la cuesta del Puente de Madera por su margen izquierda, si hay un leve giro a derechas en el que se recortan unos metros si se sube escorando ligeramente hacia ese lado. Cosas de los flujos de grandes masas de personas, supongo. Nosotros a lo nuestro, recortando legalmente cada esquina. Se ve que me iba haciendo efecto la glucosa, y no porque empezara a correr como un gamo, sino porque conseguía mantener el ritmo sin hundirme.
Al pasar por la Avenida de la Estación y cruzarnos con los que vienen tras nosotros vemos que la patata del 1:45, portada por Manolo García, así como Cosme y otros 3 del C.A. Chinchilla, vienen a poco menos de 100 m. Buena señal: si nos hundimos tenemos dos barcos a los que echar el ancla. La carrera continúa y empieza hacer más calor del deseable, aunque insuficiente para que hubiera servido de excusa. No hacía mala mañana.
Inconmensurable Manolo. Claro, que él baja de 1:25 como yo me rasco la nariz. Pero eso no quita mérito, sino más bien todo lo contrario, al hecho de que clavase literalmente la marca que prometía.
Pasamos la zona más fea, ya sabéis a cual me refiero, y llegamos al Parque de Bomberos. Otra glucosa y más agua, aunque hoy estoy bebiendo poco porque cuando voy muy rápido no me entra bien. Llevo varios km usando álgebra barata para no poner los pies fuera del tiesto, para que el ritmo sea el bueno. Por un lado el GPS me sirve para saber que el ritmo es el correcto (los que me conocéis sabéis que os recomiendo para ello emplear el parámetro “Ritmo Vuelta” que indica el ritmo al que estamos corriendo el km actual); por otro lado voy muy pendiente de los indicadores kilométricos de la organización (“pecás” para los amigos) y según por lo menos 8 ó 9 de ellos vamos manteniendo exactamente un minuto de margen sobre el ritmo global de 5 min/km. Justo en la Fábrica de Harinas adelantamos a quien venía siendo un referente fijo 50 m por delante, desde hace por lo menos 10 km. Hablo de Rodrigo del Don Quijote, que nos dice que vamos a acabar en 1:42 ó 1:43, pero le digo que vamos justos, puesto que acabamos de pasar el km 16 de la organización en justo 1:19:00, con lo que, si aguantamos, haríamos los 21 en 1:44:00 y los 21097 en 1:44:29.
Aquí va Rodrigo frente al Centro Cultural del Ensanche. Kilómetro 19,5 más o menos.
Estaba yo echando esas cuentas cuando me empecé a acordar de que Luis me avisó que a partir del km 16 iba a empezar a elevarme el ritmo, así que tuve que decirle que iba “justito” para el objetivo de carrera, así que se quedó a mi lado. En el paso por el Altozano me vine un pelín arriba y la temida cuestecilla de la Catedral no se me atragantó en absoluto, sino que llegué al Molino de la Feria bastante bien para llevar 18 km a cuestas.
Por suerte psicológicamente estaba muy entero, y ya mascaba el objetivo como cumplido al ser muy consciente del tramo que quedaba. Frente a la Tómbola de Cáritas estaban, según lo previsto, mis dos hijas a las que choqué la mano, así como los padres de Maria Jesús y su hermana. Me llenaron de fuerza y encaré hacia la Puerta de Hierros. Además me acordé de mi mujer, que venía por detrás, y me pregunté qué tal lo estaría pasando.
Mejor aún se presentó la cosa cuando se unieron a nosotros Cosme y compañía, a los que había que pegarse como una lapa. Además, justo antes de empezar Hermanos Giménez, junto a lo que antes era el Bar Sandokán, estaba el pécá 19 (pasamos en 1:34 y muy poco), que yo pensaba que estaría más cerca de mi casa. Eso me motivó aún más, puesto que dos kilómetros no son nada. Cosme y Luis animaban y aunque estaba sufriendo lo mío, sabía que el ritmo era el bueno: tan interiorizado lo tenía después de docenas de entrenamientos.
Luis (112), Cosme (211) y, ampliándolo, se ve mi oreja izquierda junto a la del dorsal 1456.
Ya vemos el Parque y al llegar, justo al girar a la derecha, nos adelanta Manolo con la patata y un escaso grupo de unos 10 seguidores. Y el tío viene dándolo todo, animando, gritando a todos los que alcanza, “vamos, chavales, venid conmigo que lo hacemos, ánimo”. Luis empieza a gritarme como un poseso para el sprint final, pero joder, aún quedan 400 m por lo menos, así que aprieto pero no al máximo. En la cuesta arriba empiezo a mirar al suelo, pero Luis me dice que mire arriba, al semáforo (ese peatonal que hay). Al llegar ahí ya se ha terminado la cuesta así que doy todo lo que tengo dentro, adelantamos a la patata, y bueno, qué queréis que os diga, con la cantidad de gente que hay se te ponen los pelos como escarpias y la visión de túnel, tanto que al paso por la Fuente no vimos al maltrecho Fran Olivas al adelantarle. Los últimos 97 m, cuesta abajo, son tremendos. Villaspeaker nos nombra y entramos en meta con la felicidad absoluta reflejada en el rostro.
Como en esta ocasión la bolsa de regalos ya estaba entregada de antemano, tenía una ocasión inmejorable para coger un botellín de agua y volverme a esperar a mi mujer. Es la segunda vez que hacía esta distancia (su debut fue en Benidorm 2010 hace unos meses), pero la primera vez que corría la MMA. Así que cogí un botellín de agua y otro de zumo y me adentré en el Parque con idea de acudir a su encuentro en la esquina de Arquitecto Vandelvira y Simón Abril.
Isa (1893) y María Jesús (170). De Marian no he encontrado aún fotos.
Os aseguro que el trote fue de lo más cochinero pero conseguí llegar a eso de las 11:25. Un tanto justo, puesto que ella pensaba acabar en unas dos horas. Por los pelos llegué a tiempo, porque en seguida apareció al fondo con sus compañeras de entrenamientos Isa y Marian. Calculó que aún podía llegar en dos horas (la verdad es que se la veía aún bastante fresca), así que pegó un sprint que me sentó como una patada en los mismísimos, calle Arcángel San Gabriel arriba, y se dio un baño de multitudes entrando pletórica en meta con un tiempazo de 1:60:16, su mejor marca hasta la fecha.
Ya le he dado la enhorabuena por activa y por pasiva, pero ahí va otra vez:
ENHORABUENA, CARIÑO.
Estadísticas:
Además, destacar que el Dosquince ha obtenido un resultado excelente, 26 participantes incluyendo varias mejores marcas personales. Espero no dejarme ninguno: Dani Mínguez, Paquito Sirvent, Pedro León, servidor, Jota, Sebas, Jose Carratalá y María Jesús. Quiero mandar también un abrazo a los que han acabado sufriendo enormemente, lesionados, pero con gran valor: Fran Olivas, Willy y Paco Carratalá (te faltó una pizca para poder acompañarme en el día de hoy). Y al Legendario Gossi (lo de Mítico se le ha quedado corto hace tiempo), que no se ha llegado a parar a andar y ha hecho su mejor marca de la temporada en la distancia y llegar dentro de control por los pelos (ver el final del vídeo de las llegadas). Y muchas gracias a Luis, que me acompañó toda la carrera, me cogió el agua, tiró de mí y me animó como nadie.
Si es que se le puede llamar así, estrategia, a la intentona de bajar de 1:44:59.
Como veo que hay varios interesados tanto dentro del Dosquince como en los clubes de Chinchilla y Don Quijote, os dejo clara la estrategia que seguiremos Luis y yo.
Quizá la mañana sea fresca, en principio; incluso el sábado puede que llueva bastante, pero el domingo por la mañana lucirá el sol y ya sabéis que hay muchas calles en la segunda vuelta en las que el sol va a picar, lo cual perjudica bastante.
Se puede perder un tiempo precioso en la salida, así que nos situaremos a la altura de la 'patata' de 1:30 o incluso delante, más bien escorados hacia el lado izquierdo.
Hablando de patatas, no seguiermos a ninguna. Con el debido respeto, a veces los portadores de las mismas son unos auténticos indocumentados.
Nuestro ritmo básico será el marcado por nuestros propios GPS. Dado que, según la experiencia, suelen medir un total de 21300 metros aproximadamente, el ritmo medio ha de ser 4:56 min/km, vigilando que sea inferior a 5:00 min/km con respecto a los km marcados por la organización.
No se esperará a nadie (esto me recuerda al refrán que dice mi padre: "No se esperaba ni por uno ni por dos, y eran tres los que comían).
Un vial de glucosa antes de llegar al avituallamiento de "contra-meta", km 11 aprox. Otro vial de glucosa antes de llegar, en la segunda vuelta, al avituallamiento del Parque de Bomberos, km 16 aprox.
A partir del km 17, en función de las sensaciones, se podrá aumentar el ritmo, y es que, volviendo a parafrasear (o pararefranear) a mi padre, refiriéndose a cuando, a la mesa, vas a pillar algo de un plato común al centro (ensalada, magra con tomate, etc.) "A por uno voy, dos os vengáis, si os venís tres, no os caigáis".
Si se baja el ritmo es que algo ha salido mal, cosa que también puede ser.
MUCHA SUERTE A TOD@S.
Ah, se me olvidaba. Os dejo un vídeo, que la última vez se me olvidó. Si os paráis a escuchar la letra, veréis que podría hablar del vicio del running.
El insertado es un vídeo guarrindongo con la letra incrustada. El oficial está aquí:
No tengo mucho rato, apenas unos minutillos, para comentar lo ocurrido en Valdeganga. Ya sabréis que hizo muy buen día puesto que allí no llovió fuerte hasta después del final. El año pasado no corrí aunque sí hice fotos en meta, ya que había hecho el Mapoma justo el domingo previo. Este año sí he corrido y me ha parecido más bonita que en 2009. He corrido más rápido que entonces, de media 4:55 (42:54), y eso que la idea no era apretar demasiado. Con Willy hasta pasado el km 6, y después la cuesta sólo permitiéndome el lujo de adelantar a Juan Perdigón (claro, que estaba algo enfermo).
La suerte está echada para el objetivo de primavera, la media de Albacete. Hoy he recogido en ECI el dorsal y la bolsa con camiseta técnica de manga larga, calcetines y navaja. De momento ya somos 5 del Dosquince para acabar en 1:44:59 aproximadamente: Luis, el Presi, Pedro León, Juan Perdigón y servidor.
¿Alguien más se une al autobús de cuadros blancos y naranjas?