No es poca cosa salir vivo del infierno que este año ha sido Villalgordo del Júcar. Ni se sabe los grados que hacían, pero yo le hecho unos 35. Y claro, encima chúpate unas cuestas hermosas precedidas de un preludio por el pueblo lleno de subybajas. Eso sí, el final por el parque que hay junto al río (Júcar, como el nombre de este pueblo nos delata) es hermoso y además a la sombra.
En la mitad de la primera vuelta intenté acompañar a algún compañero del Dosquince, pero por delante Dani Cifo me llevaba una ventaja considerable, y por detrás enseguida me di cuenta que yo estaba algo más fuerte y no era cuestión de ir esperando (y así librar del sufrimiento que supone también otro te vaya esperando a tí). Tiré a un ritmo más o menos cómodo (con el calor que hacía esto es un eufemismo) que mantuve hasta la segunda cuesta de la segunda vuelta, donde aflojé considerablemente porque ya llevaba más de media hora con unos horribles deseos de detenerme a andar, cosa que por fin no hice.
Llegué a meta en 52:11 (el GPS arroja medición de 9890 m) con la impresión de haber tardado más que el año pasado, cuando hice la última mitad con Paquito. Pero al llegar a casa compruebo que en 2009 hice 53:48, así que he mejorado bastante y eso que ha hecho mucho más calor y no he ido a tope, sino a un ritmo razonablemente cómodo.
Al final no me dió tiempo crear otra entrada resumiendo mis últimos entrenamientos, pero hice un par de tiradas de más de 8 km a ritmos razonablemente altos para mi condición atlética. Un día puse en la Pulgosa al Virtual Partner del GPS a 5:20 min/km y le saqué más de un minuto, al pobrecico, en 8,5 km, y eso que fui a ritmo cómodo.
Enhorabuena a la Organización de Villalgordo, y espero que el año que viene sigan dejando usar la piscina municipal, en la que volveremos a darnos otro bañito (no tiene precio).
Salu2.
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